miércoles, 23 de enero de 2008

Cuentos de la Alhambra

Hay en la Alhambra una placa de mármol que señala el lugar donde se dice que Washington Irving escribió sus Cuentos, lo que nos lleva a valorar el papel de los viajeros extranjeros en la conservación de algunos monumentos que han sobrevivido a los siglos. ¿Hubieran perdurado si no los hubieran puesto de moda algunos nombres relevantes de ciertas épocas? ¿Cuántas veces hemos entrado en unas ruinas y nos hemos preguntado qué aspecto tendrían en otros tiempos, en Su Tiempo? ¿Y cómo serían si nadie se hubiera ocupado de restaurar en lo posible su estado original, de detener el tiempo de la imparable decadencia?

Los viajeros ingleses del siglo XIX fueron pioneros del turismo en España empujados por la moda que imponían viajeros y escritores topográficos como Disraeli, Inglis o Irving. Encontraron aquí un extraño país, una insólita y enorme isla anclada entre Africa y Europa en la que el tiempo parecía haberse detenido. Las guerras internas y la perdurabilidad de los muchos pasados de esta tierra hacían posible esta percepción de la península.

En este orden de cosas, España se erigía en el enigma europeo por descubrir. Con un clima casi africano y vestigios islámicos al alcance de las diligencias, con el prodigio del ferrocarril a punto de vertebrar (aunque lentamente) la costa mediterránea, la piel de toro entró en el Grand Tour de los desocupados y pudientes viajeros ingleses casi a la altura de Italia y Turquía, pero lo que encontraron, lo que narraron en sus cartas y en aquellos primeros libros de viajes, tiene más el sabor de la aventura que el de un tour tal como hoy los conocemos.

Atraído por las leyendas que Washington Irving recopiló en Granada de las narraciones orales de los gitanos que habitaban la Alhambra, Teophile Gautier, el más romántico de los escritores románticos franceses, se animó a visitarla, quedando desencantado al no encontrar la belleza que esperaba en las mujeres andaluzas. Según cuenta, durante su estancia se instaló “en la Fuente de los Leones con dos colchones, una lámpara de cobre, una jarra de barro y unas cuantas botellas de Jerez que metimos en la fuente para que se enfriaran”. Es evidente que corrían otros tiempos, otra permisividad. De hecho, durmió de alquiler, pues la Alhambra estaba habitada (en la Historia, la pobreza ha obligado a reciclar incluso las ruinas) por los gitanos pobres de Granada.

En realidad, lo que hicieron no era nada seguro: no había viajero que pasara por España al que no se preguntara a la vuelta si había visto una corrida o si había sido atracado por bandoleros. Tal era la fama de nuestros bandidos y la ausencia de autoridad, que las noticias llegaron hasta Dinamarca, y cuando Hans Christian Andersen se atrevió a visitarnos lo hizo después de haber contratado una escolta de confianza.

Gautier criticó así mismo los primeros intentos de restauración del edificio que consistían en encalar las paredes. “El cepillo del encalado ha hecho desaparecer más obras de arte que la guadaña del Tiempo”, escribió. Eran los mismos gitanos que malhabitaban la Alhambra los que se encargaban de mantener el edificio a su manera, mantenimiento que debía ser insuficiente porque treinta años después Gerald Brenan criticó el abandono del edificio y se quejó en sus cartas de la falta de interés por su restauración.

En medio de tanta miseria, qué Paraíso habitar un palacio como la Alhambra.


Otro viajero inglés, Richard Ford (autor de Manual para viajeros por España de 1845), en un arranca de romántica generosidad, contrató obreros y carpinteros que restauraron algunas salas, incluidas las habitadas por la Tía Antonia que aparece en los Cuentos de Washington Irving.

Los granadinos de aquel siglo XIX, en cambio, la consideraban una ruina, una casa de ratones (había incluso algunas salas utilizadas como saladero) y se escandalizaban de que los extranjeros mostrasen más curiosidad por las obras de arte islámicas que por las católicas.

Dumas, quien encontró sucios tanto la ciudad como sus gitanos, a los que no encontró encanto ni en sus maneras ni en sus bailes, dijo, sin embargo, que Granada era “como una doncella dormida al sol sobre un lecho de musgo y helechos rodeado de cactus y áloes” y del Generalife que “no hay lugar en el mundo con tal fragancia repartida en tan pequeño espacio, con tanta frescura, con tantas ventanas abiertas al Paraíso”.

No pocos escritores y viajeros y viajerosescritores pasaron por España durante el siglo XIX. Augustus Hare, que se autodenominó “escritor topográfico”, Edmondo d’Amicis o G.E. Street, quien llegó a escribir que no valía la pena viajar más al sur de Toledo o Avila porque ya había visto suficientes vestigios moriscos como para que valiera la pena bajar hasta Granada, Sevilla o Córdoba...

Pero no fue Teophile Gautier el único que se quejó de que se intentara restaurar la Alhambra: alrededor del 1900, después de que los libros de los viajeros ingleses hubieran despertado el interés general y Andalucía (y en especial Granada) se hubiera puesto de moda como destino turístico, Washington Irving se quejaba de la explotación a la que era sometida la Alhambra, convertida ya “en un centro turístico y bien conservado museo”. ¿Qué quedaría ahora del palacio nazarí si siguieran viviendo gentes en su interior y no se hubieran llevado a cabo las sucesivas restauraciones? “Todos los años se restaura alguna parte del edificio”, se quejaba Irving, ”y aunque dicha restauración se realiza con acierto y respeto, es menos bonito observar signos de rejuvenecimiento en piedras tan antiguas”.

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Fuente: David Mitchell, “Viajeros por España. De Borrow a Hemingway” (Mondadori, Madrid, 1989)

Foto: Charo con mi hija María, cuando era tan pequeña que aún le gustaba viajar y explorar con sus padres.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

un placer enorme visitarte perdon por la tardanza es responderte pero estado y estoy sin compu en casa pero con gusto volvere a leerte, abrazos

Isabel Barceló Chico dijo...

A los rom�nticos les fascinaban las ruinas, de ah� que se quejaran de las restauraciones. Hay que decir que esa afici�n perdura, porque mira si no lo que se avecina con el teatro de Sagunto, que quieren reducir de nuevo a la ruina. Encantador reportaje. Saludos cordiales.

MARIANA dijo...

un gusto andar por aquí y viajar. Vengo de lejos (Uruguay) y vale la pena volver... nos vemos

Anónimo dijo...

Hola
Hoy solo paso a saludar y a dejar cariños...
Un abrazo...

Anónimo dijo...

Me pareció muy interesante este blog, como para quedarse un buen tiempo leyendo... viajando a través de tus reportajes. Buenísimo, felicitaciones.
Mil gracias por tu visita y comentario en mi cuchitril.

Un abrazo desde Santiago de Chile.

Zueñito dijo...

AAAnda que cosas se aprenden por aquí. Pero de todas formas, el valor de la Alhambra viene desde sus inicios. Alfonso X ya hizo una serie de actas donde decía que se tenía que conservar. Y en el siglo XV ya se paseaban por aquí viajeros extranjeros. Su valor y significado siempre se ha mantenido, pero como en todas las épocas, éste disminuye o aumenta según las circunstancias políticas-sociales.
Un saludo!

Anónimo dijo...

Excelente blog, muy interesante todo lo escrito, te invito a viistar los mio, aquí te los dejo http://www.dacc.tk/, este es mi blog personal y http://www.ecoblog.tk, es mi blog ecológico, que dedico con mucho gusto a nuestra casa el planeta.

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Buen día Felix, por aquí conociendo al escritor, que me hizo el honor de visitar mis letras.
Seguire viendo que sorpresas tienes aun


Un saludo
Celia

Anónimo dijo...

Me parece muy interesante tu reseña de ilustres viajeros a Granada. Curiosas las distintas miradas con las que la veían.
Un saludo.

María Martín Calvo dijo...

Mi Graná... y su gente, sus visitantes que la hacen suya...

Besos Nazaríes...

≈♦ Mi Sentir ♦≈ dijo...

´´´.´´´·:::::·´´´.´´´
,.•´¨`•.( -.- ).•´¨`•.,¸
`•--•-¨( “)(“ )¨-•--•´ ¡ Qué raro y maravilloso es ese fugaz instante
en el que nos damos cuenta de que hemos descubierto a un nuevo amigo !

QUE TENGAS UN BELLO DOMINGO , TE DEJO MIS SALUDOS Y BUENAS NOCHES

Sibyla dijo...

Tengo la suerte de vivir en Granada y siempre que puedo visito la Alhambra y paseo por sus jardines...

Un abrazo:)

SHE dijo...

Pues mira nada màs! la futura ciudad dond vivirè , vaya vaya... quizxa este año este celebrando mi estancia ahì...Granada !

Gracias por mostrarme màs de ella
Felix, besos.

Unknown dijo...

Magnífico y majestuoso monumento. Tiene un esplendor especial, no es igual a cualquier monumento, por esa y muchas razones lo mejor es realizar un visita guiada a la Alhambra. Es, sin duda, la mejor forma de conocer a fondo, rincón a rincón; sobre todo si te acompaña un guía oficial de la Alhambra. Yo tuve esa experiencia, y se la recomiendo a todo el mundo. Si queréis reservar una visita guiada, visitar la siguiente web Alhambra.org

≈♦ Mi Sentir ♦≈ dijo...

Gracias por sgeuir mi rinco, estoy feliz de lo que encontre en el tuyo, te sigo para poder comentarte mas seguido buenas noches

Isabel Barceló Chico dijo...

Ojala otros edificios de patrimonio se hubiera conservado como lo ha hecho la Alhambra. Hoy me resulta menos fácil imaginármela en estado de abandono, con gente viviendo dentro, con suciedad, etc. Con todo es un monumento tan extraordinario que creo que lo hubiera disfrutado de cualquier manera. Saludos cordiales.

lissy dijo...

hola que tal! permítame felicitarlo por su excelente blog, me encantaría tenerlo en mi directorio y tambien tengo un blog relacionado a viajes .Estoy segura que su blog sería de mucho interés para mis visitantes !.Si puede sírvase a contactarme ariadna.ld@hotmail.com

saludos
Ariadna

≈♦ Mi Sentir ♦≈ dijo...

Hola como estas? veo que sigues mi blog y quise venir a conocer el tuyo y me encanto te dejo un abrazito y mi promesa de volver por aca si me lo permites, buenas tardes bay